Hola chic@s! Bueno, esto salio hace siglos en una revista de esas frikis q pululan x la facultad, y ahora q lo he vuelto a leer (el aburrimiento, y las pocas ganas de estudiar termo) me he sentido totalmente identificada. Leed y vereis (sobre todo tú, Loli xD)
ESA GRAN MENTIRA QUE LLAMAN TERMODINAMICA
En nuestra querida facultad, si existe una asignatura que a todos traiga a la cabeza nuestros peores deseos, sin duda alguna estamos hablando de la Termo. Si conoces a alguna persona que la haya aprobado sin esfuerzo, obsérvale detenidamente; después de hacerlo llegarás a las siguientes conclusiones: va cubierto con una manta blanca y arrastra una bola enganchada a su tobillo, o bien tiene apariencia difusa y espectral. Vamos, que si conoces a este tipo de personas deberías ser un poco menos escéptico con la existencia de fantasmas.
Esta asignatura no sólo provoca sudores fríos, días enteros perdidos, abandono de relaciones sociales, miedo a un termómetro y demás patologías: es causa de que toda nuestra concepción de la naturaleza cambie y nos llegue a hacer planteamientos sobre los principios de la lógica. En circunstancias normales (existe un cincuenta por ciento de posibilidades de que las sufráis), estas dudas empiezan nada más entrar el profesor en clase; al verlo uno reflexiona sobre cierto meteorito que cayó por el Yucatán hace 85 millones de años y el efecto que provocó sobre la fauna. Según lo que ven nuestros ojos no fue una extinción tan masiva.
Bueno, pero el temario parece fácil, ya he visto varios conceptos en otros cursos, piensa uno con toda lógica. Aquí es dónde solemos cometer el primer fallo: no nos damos cuenta de que hemos entrado en una nueva dimensión donde el razonamiento da paso a una abstracción usualmente incomprensible. Una vez empezado el curso, los conceptos y sus rocambolescas definiciones bailan y huyen de nosotros y de nuestra manía por someterlos a una realidad que no aceptan como tal. "Pero, esperad, no huyáis, yo sólo quiero saber vuestro significado y la función que cumplís en este Universo!" le gritas a los conceptos en su huida hacia el olvido durante una de las interminables clases. Pero ya están demasiado lejos; siguiéndolos se encuentra una nota: "Estamos en el Aguilar" Después de que nuestros ojos capten estas palabras nos encontramos subiendo una escalera a toda prisa en busca de cierta zona con la curiosa propiedad de seguir los principios de la geometría imposible, a causa de que el cociente entre plazas ocupadas y plazas posibles tiende a infinito.
Después de la odisea, uno obtiene tal merecido galardón: un libro de tapas blancas que después de una ojeada se puede confundir fácilmente con el Apocalipsis de San Juan (bueno, quizás en casa, más tranquilo, pueda entenderlo mejor). Pero, alto, antes se debe pasar otra prueba de fuego: someterse a la mirada del personal bibliotecario, personas que tienen el odio almacenado en los ojos. La sensación que da ser el objetivo de esa mirada mientras tu carnet es reconocido por el ordenador, no es algo que anime al estudio de la física (éste se desvía hacia un análisis sociológico del entorno de estas personas, nada bueno para quiénes son analizados).
¡Bien! Uno con el catecismo en una mano y los apuntes en la otra pude empezar el ritual, tras un cierto tiempo que pueden ser horas, días o años enteros, pero ¡qué más dará el tiempo! Acabas de descubrir una nueva concepción del mundo y no vas a escapar a ella tan fácilmente. De repente encontramos una palabra curiosa: "adiabático", que define a sistemas que no dejan pasar el calor. ¿Dónde se meterán estas palabras en julio, ¿las aceptarán en los lares del círculo polar?. Mientras nos hacemos este tipo de preguntas, ellos (los termodinámicos) están empezando a sumirnos en la irrealidad. ¿Quién se cree que no exista un intercambio de energía entre dos superficies por mínimo que sea éste?. En fin, que empezamos a parametrizar la famosa vaca para convertirla en una esfera a nuestro antojo(no estarían mal para el nuevo curso cero salidas a ganaderías. A ver quién es el listo que ve vacas esféricas).
¿Impresionados por la existencia de superficies adiabáticas?, pues seguid leyendo y encontraréis un insulto aún mayor: "reversible", que caracteriza a los sistemas que pueden ir hacia delante y hacia atrás en el tiempo. Pero, un momento, ¿alguien ha visto a una multitud de gente andando de espaldas a dónde se dirigen, agua que vuelve a su grifo, gente cuyo interés por la carrera crece hasta ser el que tenía en su primera clase?. Yo no, y mira que me hubiera gustado tener una vida reversible para enmendar mis errores. ¿sería mucho pedir a los profesores exámenes reversibles? A ver si son capaces...
Pero, tranquilos, aún hay cosas peores por llegar. Un cierto día de clase, cuando menos te lo esperes, el profesor de repente dirá: "la entropía es la variable que caracteriza el grado de desorden de un sistema" y, acto seguido, empezará a llenar la pizarra de diferenciales de S y dibujitos extrañísimos sin el más mínimo sentido. Acabas de asistir a un perfecto atraco donde te han robado la mitad de la asignatura con sólo unas pocas palabras: la entropía no es sólo esa absurda definición, es uno de los conceptos más chulos de toda la carrera. Pero, déjalo, ya es demasiado tarde, ahora e tienes que limitar a entender esos ejemplos de máquinas y enunciados extrañísimos; notas como una cadena de causas-efectos entra en tu cabeza y no logras vislumbrar el final, tiras de ella pero no consigues nada porque ellos tiran más fuerte que tú. Todo esto se podría evitar con un ejemplo bastante sencillo de observar: al principio de la clase todo el mundo atiende; por un curioso proceso al final de la clase nadie mira a la pizarra. Esta curioso proceso es la definición perfecta del crecimiento de la entropía en nuestro cerebro, puesto que por mucho trabajo que te metan todo se va a disipar en calor con forma de pensamientos absolutamente ajenos al tema que se está dando en clase.
Increíblemente, después de haberte engañado de esta manera te exigen demostrar si tú también eres capaz de mentir. ¡Y de qué forma! con un examen que, como todos los de la facultad, no tiene nada que ver con lo que es realmente importante. Tienes vía libre para contar todas las mentiras que se te ocurran pero, cuidado, tienen que ser sus mentiras, porque si no verás como tu vida termina y sigues sin aprobar la dichosa asignatura.